Ahora nos enfocaremos
al propósito de los sueños según el psicoanálisis. Como se mencionó
anteriormente, los sueños tienen un contenido
latente, es decir, un significado disfrazado e inconsciente, y un contenido de
manifiesto, que se refiere al contenido superficial de este.
Freud también llegó a la conclusión de que los sueños
son una realización de deseos y fantasías diurnas. Algunos sueños son
una realización directa de estos
deseos, principalmente en los niños; pueden soñar, por ejemplo, con un pastel cuando
sus padres se lo hayan prohibido, o con la realización de un viaje que le hayan
prometido. La mayoría de los sueños de los adultos, por otra parte, son oscuros y embrollados, con realizaciones disfrazadas de deseos, los cuales, en
la mayoría de los adultos, fueron reprimidos en algún momento de su pasado. Se
dice que estas realizaciones también son ideales
por la complejidad con la que se presentan en el sueño, que se debe a la
deformación que el sueño tuvo al ser interpretado por el subconsciente de la
persona.
Las represiones pueden ocurrir cuando hay un conflicto
entre el deseo y las aspiraciones éticas de la personalidad consciente. La represión de un deseo consiste en
mantenerlo en un estado inconsciente, alejado de la consciencia y la memoria, y
produciendo una activa resistencia a que se vuelva consciente. En
un estado de vigilia, estas fuerzas se mantienen activas y alerta, mientras que
durante el sueño, se debilitan y hacen posible el acceso de los deseos
reprimidos a la consciencia. No obstante, la debilitación es parcial, por lo
que aún en el sueño se conserva la represión, obligando así a los deseos a presentarse
de forma disfrazada.
Tenemos aquí a dos ejemplos populares: Homero (Los Simpsons) soñando con un mundo de chocolate, y Calamardo (Bob Esponja) soñando con ser un músico reconocido. |
Desde su juventud, Freud sentía atracción por el tema
de los sueños y su interpretación. Acostumbraba a hacer anotaciones sobre sus
sueños, mismos que utilizaría posteriormente para analizar y formular sus teorías.
Yo también adopté por un tiempo el hábito de escribir
mis sueños en cuanto me despertaba. Es normal olvidar el contenido de los
sueños, ya que esto es parte de su función, y leí que escribirlos era un buen
ejercicio para mejorar la memoria y la capacidad de reconstruirlos.
Si
les interesa el tema, les recomiendo ver esta página en la que los usuarios
cuentan las experiencias que han tenido en sus sueños. http://www.experienceproject.com/dreams.php
¿Qué tan buenos son ustedes para recordar sus
sueños y reconocer su significado?
Referencias:
Lacan, J. (1975). Freud y el psicoanálisis. España: Biblioteca Salvat
Morris, C. (2009). Psicología. México: Pearson Prentice-Hall.
Morris, C. (2009). Psicología. México: Pearson Prentice-Hall.
Yo también tuve un tiempo en que anotaba mis sueños, principalmente porque me habían dicho que si recordaba mis sueños, podría después tener un sueño lúcido. Creo que sólo me ha pasado una vez y me desperté antes de hacer las cosas que quería.
ResponderEliminarQué interesantes los estudios de Freud. Me gustó la ligereza de las imágenes con personajes populares, complementó muy bien la teoría. A mí me gusta platicar mis sueños :)
ResponderEliminarWoooooooowowowow. Interesante el tema, y muy conciso para poderlo digerir rápidamente.
ResponderEliminarMe gustó mucho que pusieran un enlace para aquellos a los que nos gusta indagar c:
Oh oh oh y me encanta el tema de su blog.